No ver anuncios de publicidad online, mientras navegas, puede parecerte un alivio; pero, para otros muchos usuarios, se puede convertir en una verdadera pesadilla. Unos cinco millones y medio de navegantes españoles cuentan ya con bloqueadores de publicidad, lo que supone más del 15 % de los usuarios. Este porcentaje se dispara hasta un 27 %, en países como Alemania y Francia. Anunciantes, empresas, creadores de blogs y comercios virtuales, medios de comunicación y artistas ponen la voz de alarma y manifiestan su descontento ante esta amenaza, que pone en peligro la comunidad de Internet y estrangula la más importante fuente de ingresos de las paginas web: la publicidad online.

Cómo funciona un bloqueador de publicidad

Esta inquietud, por parte de los diferentes negocios y personas que operan en la red, se ha subrayado con la llegada de los bloqueadores de publicidad para dispositivos móviles, la vía más empleada, en la actualidad, para acceder a diferentes contenidos.

Conviene recordarte que los bloqueadores de anuncios no son desarrollados sin fines lucrativos. Nada más lejos de la realidad. Estas aplicaciones son propiedad de empresas cuyos objetivos son generar ingresos de diferentes modos, ya sea a través de la ventas de aplicaciones encargadas de bloquear anuncios o por las correspondientes actualizaciones y labores de mantenimiento. Dichas actualizaciones son necesarias porque, a su vez, hay otras empresas especializadas en anular los bloqueadores de anuncios. De ahí que estos tengan que actualizarse.

Aquí entra en juego otro modelo de negocio, basado en un bloqueador de publicidad que permite los anuncios de una lista conformada por empresas que abonan una suma de dinero mensual para que la aplicación no filtre y elimine sus anuncios publicitarios. Un claro ejemplo es AdBlock.

Como puedes ver, todo se mueve a partir de intereses económicos, pero, sin duda, los más perjudicados son los pequeños negocios virtuales independientes, que, al fin al cabo, son los que generan contenido relevante y mantienen el “ecosistema” de la Red. Estas empresas estarían condenadas a la desaparición, si no obtienen ingresos a partir de anuncios publicitarios.

Asimismo, en contraste con las ventajas que ofrecen estas herramientas encargadas de bloquear anuncios, son mayores las desventajas para los usuarios. De hecho, entre otras consecuencias, bloquear la publicidad puede alterar la estructura del sitio web y afecta al orden y a la disposición del contenido.

No obstante, la principal desventaja es que, al interactuar con los navegadores, producen un consumo extra de la batería en los dispositivos móviles. En los casos de los ordenadores personales, portátiles y tablets, pueden verse afectados por códigos maliciosos. Otro contratiempo es la lentitud que provocan, al acceder a una determinada web, puesto que los bloqueadores de anuncios escanean el sitio web para poder saber qué bloques de códigos corresponden a anuncios publicitarios, lo que se traduce en una carga más lenta y un consumo de datos más elevado en los teléfonos móviles.

En definitiva, este modelo de negocio se basa en la capacidad de bloqueo de publicidad, pero también en permitir los anuncios a las empresas que les pagan religiosamente. Es decir, los anunciantes pasan por caja, entran a formar parte de las listas blancas de las empresas bloqueadoras de anuncios y, por medio de su tecnología, hacen que la publicidad de los que pagan sea inmune al bloqueo.

Tanto los blogs como los periódicos y revistas digitales ofrecen contenidos gratuitos a toda la gran comunidad de Internet. El modo en que generan ingresos no es otro que a través de los anuncios publicitarios que incluyen en sus páginas. Si este modo de financiación es anulado, comenzarán a cobrarte por acceder a sus contenidos o, simplemente, dejarán de publicar, puesto que supone un esfuerzo considerable generar contenidos y debe ser recompensado de algún modo.

Fuentes de información:
www.weblantropia.com
www.elperiodico.com
Imagen: www.flickr.com

¿Necesitas más información?

Resuelve tus dudas y obtén tu presupuesto personalizado.