Líder indiscutible
WhatsApp, güasap o wasap sin lugar a dudas el líder indiscutible en mensajería instantánea móvil y quizás pronto en las llamadas. Es también la red social más extendida entre smartphones, una popularidad que se debe a que sus más de 800 millones de usuarios activos al mes ya han optado por esta opción de comunicación frente a los tradicionales y anacrónicos SMS.
La curiosa filosofía de WhatsApp con respecto a la publicidad, ha ‘roto’ lo establecido, y es que en el mundo de las aplicaciones móviles una de las formas más utilizadas para generar dinero es la inclusión de anuncios. Con esto, sus creadores ceden herramientas como ventana directa donde anunciarse y llegar al mayor número de usuarios, obteniendo una importante rentabilidad económica con ello.
Por su parte, los creadores de esta red social, Jan Koum y Brian Acton, nos explican, a través de su blog oficial, por qué eligieron este sistema de pago que hoy conocemos en vez de la venta de anuncios publicitarios. Un artículo a través del cual hacen un repaso por su trabajo en Yahoo!, empresa, aseguran, que se encargaba de «recolectar datos, apoyar sitios web y vender anuncios». Su experiencia les bastó para «hacer lo que todo el mundo intenta hacer cada día: evitar anuncios».
Los inicios de WhatsApp
Desde sus inicios WhatsApp fue una aplicación de descarga gratuita y tenía un periodo de prueba de 365 días, hasta marzo de 2013, cuando se anuncia que se unifica el precio de la suscripción en todas las plataformas y se solicita el pago obligatorio para aquellos que ya han terminado su período de prueba.
«No nos tenéis que dar ni el nombre, tampoco se pide el email. No sabemos cuándo es tu cumpleaños ni la dirección de casa. No tenemos idea de dónde trabajas ni de las cosas que te gustan, lo que buscas en internet o los datos de tu GPS. Nunca hemos pedido alguno de esos datos ni los hemos almacenado en WhatsApp. Y, de verdad, no pensamos cambiarlo» sentencian.
Pero todo da un vuelco cuando se comenzó a insertar publicidad en las conversaciones, sorprendiendo a propios y extraños. No eran anuncios propiamente dichos, se trató de una actualización del servicio, que incluía el logo de determinadas empresas cuando se insertaba su nombre en la conocida app. Algo que ocurre de forma parecida con Facebook al colgar un contenido. Según el portal Movilzona.es, esto sólo ocurría en smartphones que tenían instalada la versión 2.11.109 o posterior. Los usuarios de iPhone tampoco pudieron ‘disfrutar’ de estas imágenes.
En octubre de 2014, Facebook cierra la compra de WhatsApp por 21.800 millones de dólares y llegan las llamadas, creando incertidumbre, furor y muchas preguntas: ¿Son gratuitas?, ¿Cuántos megas consumen?… Y aunque no tienen un coste por minuto, sí consumen datos. Así que muchos usuarios están recurriendo a las tarifas móviles con llamadas ya incluidas. Sin embargo, todos respiramos mucho mejor cuando su fundador confirmaba que la app se rentabilizará solo con la cuota anual y descartaba insertar publicidad. Así lo pactó con Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, su nuevo jefe.
Lo cierto es que con el objetivo de rentabilizar su inversión, Facebook se está planteando seriamente que los usuarios de WhatsApp empiecen a recibir mensajes comerciales. La decisión ya ha sido confirmada por el director financiero (CFO) David Wehner. «Creemos que permitir B2C (de la empresa al consumidor) tiene un buen potencial de negocio para nosotros».
Cierto o no, WhatsApp es todo un experimento sin publicidad del que desconocemos si mantendrán aquella filosofía de la que siempre han presumido sus fundadores: «en el negocio de los anuncios, tú, el usuario, eres el producto […] Cuando la gente nos pregunta que por qué cobramos por WhatsApp respondemos: ¿Has considerado cuál sería la alternativa?».