Ya nos hemos acostumbrado a su presencia en Internet tanto como para (generalmente) darles acceso a nuestro terminal. Pero, ¿sabemos realmente qué es una cookie y para qué sirve?
Se trata de pequeños fragmentos de la programación de una web que se instalan, previo consentimiento, en el navegador del usuario con la finalidad de almacenar información que se usa la en las estadísticas de la analítica WEB o realizar seguimiento de publicidad.
Pero no son estas las únicas funcionalidades de las cookies: dependiendo de la eventualidad pueden ser temporales, o persistentes. Por un lado, las temporales se eliminan al cerrar el navegador y se usan para almacenar información durante poco tiempo. Estas cookies se usan, por ejemplo, en la cesta de la compra en una tienda on line. Por otro lado, las persistentes permanecen tras apagar el equipo. Los sitios web las usan, entre otras cosas, para guardar el usuario y contraseña de la sesión de inicio.
Dependiendo de la procedencia de estas pequeñas “galletitas”, también podemos hablar de cookies de origen, si son de la propia página web que visitamos, o de terceros, si proceden de anuncios de otros sitios web. Estas últimas se suelen usar en marketing para hacer un seguimiento del uso que le damos Internet.
Dependiendo de la intrusismo que registren pueden ser: de nivel 1, cuando son sólo necesarias para el servicio que requiere el usuario; de nivel 2, o cookies de rendimiento cuando son necesarias para el funcionamiento de la web y de las que sólo hace falta informar al usuario; y por último de nivel 3 cuando están gestionadas por terceras personas y normalmente se usan para hacer seguimientos en publicidad.
Desde la aprobación de la (“Ley de Cookies” (punto tercero del artículo cuarto del Real Decreto Ley 13/2012)la Directiva 2008/8/CE, de 12 de febrero) los titulares de las páginas web están obligados a pedir el consentimiento de los usuarios para usarlas. En cualquier caso es importante resaltar que el usuario puede bloquearlas, permitirlas por defecto en todos los sitios web o elegir a qué lugares se las permitimos.
Por Lucía Pérez Capilla
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