Monetización en la economía colaborativa
Como es sabido por todos, el lenguaje se encuentra en constante movimiento, modificándose a medida que pasan los años. Por ello, muchas veces nos hemos topado con la situación de que al intentar definir una palabra nos ha sido imposible encontrar una definición exacta de ella. Esto me pasó cuando leí por primera vez la palabra “Economía Colaborativa”. Economía colaborativa es un término con una gran variedad de significados que se está utilizado para describir la actividad económica online.
Según Economipedia: “la economía colaborativa engloba todas aquellas actividades que suponen un intercambio entre particulares de bienes y servicios a cambio de una compensación pactada entre ambos.”
Encontramos otros términos con los que referirnos a la economía colaborativa como consumo colaborativo, economía compartida o economía de pares. La economía colaborativa aprovecha recursos ya existentes a los que no se les está dando uso para generar nuevos servicios. Quizás, el ejemplo más claro para entender cómo funciona este tipo de economía lo encontramos con la compañía Airbnb.
Para todos aquellos perdidos que no han escuchado nunca hablar de Airbnb, es una compañía que ofrece una plataforma digital dedicada a la oferta de alojamientos, poniendo en contacto a personas que ofrecen sus viviendas con huéspedes que necesitan alojamiento. Porque… ¿cuántas personas no tendrán en casa una habitación libre a la que nadie le da uso e incluso segundas viviendas que quedan libres en invierno?, ¿por qué no sacarles una rentabilidad? Por eso, esta mentalidad de consumo colaborativo cada día gana más seguidores. A todos nos gusta vivir experiencias nuevas y, además, cada día estamos más concienciados en aprovechar al máximo todos los recursos que se nos ofrece. Por tanto, ya sea por un viaje o por conocer una nueva cultura o un nuevo idioma, la economía colaborativa es la alternativa para todos aquellos que tienen un presupuesto ajustado.
Aunque no todo es tan bonito: está comprobado que, hoy en día, en las grandes ciudades son empresas privadas las que ofrecen el mayor número de apartamentos turísticos en este tipo de plataformas. Por tanto, ¿dónde quedaría el término “economía colaborativa”? Lo que está claro es que es muy difícil controlar que este tipo de empresas no invadan la plataforma y que, por tanto, se cumpla el principal objetivo que marca la economía colaborativa.
Pero… ¿qué pasa con la gente que ofrece su vivienda o una habitación que le sobra en su casa?, ¿tendrán que declarar cómo autónomos?, ¿Pueden librarse de declarar a Hacienda esté ingreso? Lo que empezó siendo un pequeño ingreso extra para muchas personas ha pasado a ser su principal fuente de ingresos. Según algunos expertos, la clave de todo esto es la habitualidad; otros no creen que haya que tener en cuenta ese dinero que se gana ofreciendo tu casa y, sin embargo, hay otra parte que cree que para exigir que se den de alta como autónomos hay que tener en cuenta ambas cosas. Con esto, entramos en el tema que nos ocupa fiscalidad de particulares como oferentes en la economía colaborativa y como creadores de contenido en redes sociales.
A día de hoy no hay nada claro sobre la fiscalidad en la economía colaborativa: lo legalmente establecido se pierde un poco con estas nuevas jergas de las que, como hablamos al principio de este post, puedes encontrar diferentes definiciones.
TikTok como ejemplo de monetización en redes sociales
TikTok es una red social, creada por la empresa de tecnología de internet sinoestadounidense, ByteDance Ltd, basada en compartir vídeo musicales.
*Sinoestounidense: Los sinoestadounidenses son ciudadanos estadounidenses descendientes de chinos total o parcialmente, principalmente de la etnia han.
https://es.wikipedia.org/wiki/Sinoestadounidense
TikTok ha sido durante el último año la plataforma social con mayor crecimiento. Esta red social cuenta con más de 800 millones de usuarios activos al mes en todo el mundo. En España, actualmente, TikTok es la red social a la que más tiempo le dedican los adolescentes, principalmente las llamadas generación Z y generación Alfa. Pero… ¿realmente se puede ganar dinero con TikTok?
En esta red social existen diferentes formas de ganar dinero, pero no es tan fácil como parece: el primer requisito que se necesita es formar parte el fondo de creadores; otro requisito que se debe cumplir es ser mayor de 18 años. Además, un aspecto muy importante para que TikTok empiece a pagarte es tener más de 10.000 seguidores y como mínimo 10.000 visualizaciones durante los últimos 30 días. No sabemos de manera exacta el dinero que se gana en TikTok, y hay que tener en cuenta que la forma en la que más ingresos consiguen los tiktokers es colaborando con las marcas directamente.
Tus ingresos por publicidad serán mayores o menores en función de tu alcance. TikTok paga una media de 2 o 3 céntimos por cada 1.000 visualizaciones, aunque todo dependerá de la tasa de interacción que genere el contenido. Por lo tanto, aunque la gente piensa que es bastante fácil ganar dinero en una red social como TikTok, es necesario tener la capacidad de crear contenido, además de tener un gran apoyo de los usuarios para que te puedan enviar regalos usando su monedero y, a partir de ahí, empezar a despegar. No obstante, te explicamos más aspectos sobre Tiktok:
El monedero de TikTok es como una cartera virtual, que funciona con monedas virtuales de TikTok. Los usuarios que dispongan de estas monedad pueden comprar regalos virtuales y donarlos a sus tiktokers preferidos cuando estos se encuentren haciendo un video en directo. Estos tiktokers que han recibido el regalo en su cuenta no se quedan el regalo como tal, sino que se convierten en diamantes cuyo valor depende de distintos factores, y que son los que se usan para conseguir el dinero real, aunque solo se pueden canjear cuando tengas una equivalencia a unos 100 euros.
Dicho esto la cuestión de nuevo es si estos llamados tiktokers tienen que ser autónomos o no. La respuesta es mucho más clara en este tema.
En nuestro país cualquier persona mayor de 18 años puede darse de alta como autónomo. Por lo cual, deberán tributar como tal, aunque no existe aún un espacio específico para estos instagramers, youtubers o tiktokers, y el epígrafe en el que se debe dar de alta cambiará según sea su principal fuente de ingresos. No obstante, si un influencer solo hace ciertas campañas de manera muy esporádica y no supera económicamente al salario mínimo interprofesional, no sería necesario ser autónomo.
La realidad es que, en España la red social más utilizada, para sorpresa de muchos es Youtube. El rango de edad de los consumidores de Youtube, varía entre los 16 y 35 años.
Y sí, para ser Youtuber, es decir, ser creador de contenido en esta red social, tienes que ser autónomo o constituir una sociedad.
Lo que todos nos preguntamos es que, si régimen fiscal es “autónomo” (al igual que los 3 millones que hay en España), ¿por qué se están yendo fuera del país y los demás no? Tanto en Youtube, como en Tiktok, en Instagram y en las demás redes sociales los ingresos se consiguen por publicidad (y la gran visibilidad que le da internet hace que la cifra de facturación sea altísima); por tanto, tienen que pagar un IRPF que va desde el 15% al 48%, dependiendo, obviamente, de los ingresos que has generado. Por lo tanto, si hacemos cuentas, un youtuber como El Rubius, que puede llegar a ganar más o menos unos 2 millones de €, tienen que pagar casi un millón de € en impuestos.
¿Creéis qué es una exageración? o ¿el que más gana tiene que pagar más? Sinceramente, soy de la opinión de que quién más gana tiene que pagar más, pero ¿hasta pagar casi la mitad de lo que ganas?
Por Paloma Serrano de los Ríos.
Colaboradora en Semymas
FUENTES: