El proceso para obtener ideas que den forma a los anuncios o spots publicitarios siempre tiene muchas similitudes, pero también infinidad de diferencias. Como sabes, cada creativo es un mundo y tiene un proceso propio que, aunque se base en una misma estructura, acaba por ofrecer resultados diferentes.

Pero, ¿qué pasa cuando la mezcla de espontaneidad, emotividad y suerte dan como resultado el marketing que mejor funciona? En ocasiones, existen sucesos fortuitos que, sin quererlo, hacen un trabajo de marketing que supera al de muchos profesionales, haciendo que una marca se conviertan en algo viral. ¿Te lo mostramos con algunos ejemplos?

Ejemplos de marketing de marcas inspirado en la realidad

1. Ikea y la primera visita en pareja

En este caso, queremos hablar de una historia real que ha llegado a ser un gran reclamo para esta marca. El momento en el que Simone Gilmore decide irse a vivir con Dana, su novia, y realizan su primera visita a Ikea para amueblar su primera casa.

Simone, haciendo gala de un gran sentido del humor, realiza pequeños vídeos durante todo el recorrido por la tienda haciendo juegos de palabras con los nombres de los productos y los une en uno solo.

Este vídeo termina siendo compartido en la red y la consecuencia es una gran repercusión para la marca.

2. Red Bull y el ataque del tiburón

Red Bull es una marca a la que siempre se asocia con deportes extremos, y en el caso del que te vamos a hablar, ni siquiera tuvieron que pensar su historia. El surfista australiano Mick Fanning estaba compitiendo en un torneo en Sudáfrica, cuando un tiburón se acercó hasta él. El animal le atacó, pero gracias a su pericia, a la rápida ayuda de un compañero y a una gran dosis de suerte, consiguió salir ileso del ataque.

La marca Red Bull patrocinó esta historia y se aseguró de una gran promoción gracias a un relato conmovedor y verídico.

3. El vestido de Roman

​Seguro que aún recuerdas aquel vestido que se volvió viral en 2015. ¿Era azul y negro o, por el contrario, era blanco y dorado? Un efecto óptico hacía que cada persona percibiese un color distinto, aunque la marca finalmente confirmó que los colores reales eran azul y negro.

Debido a esta curiosa imagen, la marca Roman tuvo una gran notoriedad y, por supuesto, aprovechó el tirón de esa estrategia de marketing no intencionada.

Existen muchos más ejemplos, como cuando el primer iPhone 6 acabó en el suelo delante de las cámaras, o cuando un hombre atracó un banco en Chicago a punta de navaja y posteriormente entró al Subway que había cruzando la calle a por un sandwich de pollo. Sacarle partido a este tipo de situaciones es una gran estrategia de marketing.

Fuentes:
Imagen

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