Las compras por impulso existen y no son solo ese eurito de más que te dejas mientras esperas en la larga cola del supermercado y una bolsa de gominolas te pone ojitos, sino que son una gran industria. La venta de snacks, caramelos, chocolatinas y frutos secos facturó en 2015 2.500 millones de euros, registrando un incremento del 1,1% respecto al año anterior.

Y es que nada en los supermercados y grandes superficies es casual; los productos han de estar colocados estratégicamente para fomentar su consumo y por eso este tipo de productos ‘capricho’ están ubicados en aquel lugar por el que todos pasamos: las cajas del supermercado. Son productos baratos, atractivos y colocados en el lugar adecuado, que euro a euro consiguen una facturación millonaria.

Y están por todas partes. El ejemplo típico son los supermercados, sin embargo, este tipo de productos cada vez están disponibles en un mayor número de establecimientos, incluso en aquellos lugares que por naturaleza serían más inusuales, como peluquerías o estancos.

Otro de los factores clave es conocer el grupo de consumidores más ‘vulnerable’: según ha revelado Statista, el grupo de edad comprendido entre los 18 y los 29 años es el que cae con más frecuencia en la ‘trampa’.

Compras por impulso en Internet

Es hora de aplicar este tipo de curiosidades en Internet. La red es como ese gran supermercado y, como tal, también debes aplicar técnicas de marketing. Da igual que tu producto sea el más atractivo y el más barato si nadie lo sabe. Estar en un lugar estratégico como lo son las primeras posiciones de Google es clave para potenciar tus ventas. También estar en otros lugares, como las redes sociales -al igual que los snacks en los estancos y los bazares- para diversificar tus ventas y llegar a todos tus potenciales compradores, estén donde estén.

Para ello es fundamental aplicar técnicas de SEO y SEM a tu negocio y así conseguir el mejor posicionamiento frente a tus competidores. Ambas opciones son necesarias para ocupar los primeros puestos en buscadores. El SEO, a diferencia del SEM, es una opción gratuita que implica más tiempo y esfuerzo (contenidos web de calidad, actualización y un diseño responsive adecuado a las actualizaciones del algoritmo de Google); el SEM se basa en una inversión publicitaria de pago por Clic o PPC (publicidad pagada en buscadores mediante palabras clave).

Gracias al Search Engine Marketing tu negocio puede copar los primeros resultados de Google en apenas horas, posicionándote por palabras clave frente a la competencia. El coste de estas técnicas depende de las marcas rivales que también quieran posicionarse en las target de tu negocio, ya que se basa en un sistema de pujas, por eso es importante dejar tu posicionamiento de pago en manos profesionales que te garantizarán el mejor posicionamiento posible por un bajo coste. ¡Hazte visible y potencia las compras por impulso!

Fuentes de información:
Imagen: ©Staff5news
PuroMarketing
ElPais
ElMundo
Merca2.0

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